Todo lo que necesitas saber sobre el astigmatismo

El astigmatismo es un problema visual que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque puede sonar complejo, es una condición común y tratable. En este blog, te explicamos qué es, sus síntomas, diagnóstico y las diferentes formas de tratamiento para ayudarte a cuidar tu salud visual.

¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo es una condición que ocurre cuando la córnea o el cristalino tiene una forma irregular, lo que provoca que la luz se enfoque en varios puntos de la retina en lugar de en uno solo. Esto da como resultado una visión borrosa o distorsionada tanto de cerca como de lejos.

¿Cuáles son los síntomas del astigmatismo?

Los síntomas más comunes del astigmatismo incluyen:

  • Visión borrosa o distorsionada a cualquier distancia.
  • Fatiga ocular.
  • Dolores de cabeza frecuentes.
  • Dificultad para ver de noche.
  • Sensación de entrecerrar los ojos para intentar enfocar mejor.

En los niños, además de los síntomas anteriores, es importante prestar atención a señales como:

  • Rascarse los ojos frecuentemente.
  • Voltear o inclinar la cabeza para intentar enfocar mejor.
  • Dificultad para leer o escribir correctamente.
  • Fruncir el ceño al mirar objetos lejanos o cercanos.

Si notás alguno de estos síntomas en vos o en tus hijos, es recomendable visitar a un profesional de la salud visual.

¿Cómo se diagnostica y quién lo hace?

El astigmatismo se diagnostica mediante un examen visual completo. Un optometrista u oftalmólogo realiza pruebas específicas, como la refracción y la queratometría, que miden el grado de curvatura de la córnea y cómo la luz se enfoca en el ojo.

Opciones de tratamiento para el astigmatismo

El tratamiento del astigmatismo depende del grado y las necesidades del paciente. Las opciones incluyen:

  1. Lentes correctivos: Los lentes para astigmatismo, tanto en gafas como en lentes de contacto, están diseñados para corregir la irregularidad de la córnea o del cristalino y permitir que la luz se enfoque correctamente en la retina.
  2. Cirugía refractiva: Procedimientos como el LASIK o el PRK pueden corregir el astigmatismo al remodelar la córnea, ofreciendo una solución permanente en algunos casos.
  3. Lentes tóricos: Para quienes prefieren lentes de contacto, existen lentes tóricos que están diseñados específicamente para tratar el astigmatismo.

Tratamiento del astigmatismo según la edad

  • Niños: El astigmatismo en los niños puede afectar su capacidad para aprender, ya que su visión no estará completamente desarrollada. Los lentes correctivos son la opción más común y segura para los más pequeños.
  • Adultos: Los adultos pueden optar por lentes, lentes de contacto o cirugía, dependiendo de su estilo de vida y preferencias.
  • Personas mayores: En algunos casos, las personas mayores pueden presentar astigmatismo junto con otras condiciones como cataratas. En estos casos, el tratamiento puede incluir cirugía o lentes bifocales.

¿Quién es más propenso a padecer astigmatismo?

El astigmatismo puede ser hereditario, por lo que si tenés familiares que lo padecen, es posible que también lo desarrolles. Además, quienes tienen otras condiciones visuales, como miopía o hipermetropía, son más propensos a tener astigmatismo.

¿Qué profesional debo visitar si tengo astigmatismo?

Para diagnosticar y tratar el astigmatismo, debés acudir a un optometrista o oftalmólogo. Ambos profesionales están capacitados para diagnosticar la condición y sugerir el tratamiento adecuado.

Consecuencias de un astigmatismo no diagnosticado y tratado

Si el astigmatismo no se diagnostica ni trata a tiempo, puede llevar a problemas más serios, como:

  • Visión borrosa constante.
  • Fatiga visual crónica.
  • Dolores de cabeza recurrentes.
  • En niños, puede afectar su rendimiento escolar y su desarrollo visual.

Es importante hacer chequeos regulares para evitar estas complicaciones.

Conclusión

El astigmatismo es una condición visual común que puede afectar la calidad de vida si no se trata a tiempo. Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento, desde lentes correctivos hasta cirugías. Lo más importante es estar atento a los síntomas y consultar a un profesional de la salud visual para obtener un diagnóstico adecuado. ¡Cuidar tu visión es clave para tu bienestar!